¡Encontrar ofertas para los principales destinos del mundo es más sencillo de lo que parece! Algunos consejos incluyen viajar con flexibilidad horaria, comprar con antelación u optar por ahorrar en el equipaje facturado. Si quieres entender cómo poner en práctica estos consejos, visita nuestro contenido a continuación.

Generalmente los días de la semana con menor demanda son los más habituales a la hora de comprar billetes más baratos. Los martes y miércoles suelen ser los días más baratos para volar, mientras que los fines de semana (viernes, sábado y domingo) suelen ser más caros.

Generalmente, reservar vuelos con 6 a 8 semanas de anticipación a la fecha de salida puede generar mejores precios. Además, reservar vuelos en días de menor actividad, como los martes, puede aumentar sus posibilidades de obtener tarifas más bajas.

Esto podría haber funcionado en el pasado, pero con el avance de la tecnología y los cambios en los patrones de reserva, ya no hay ninguna garantía de que comprar boletos al amanecer resulte en precios más bajos. Actualmente, las aerolíneas ajustan los precios según la demanda y la disponibilidad de asientos, lo que hace que los precios sean menos predecibles.

No hay un horario específico que garantice los precios más bajos. Lo mejor es estar al tanto de las promociones y controlar los precios periódicamente. Sin embargo, las aerolíneas pueden lanzar algunas promociones y ofertas especiales en ciertos momentos del día, por lo que buscar ofertas por la mañana y por la noche puede ser una buena estrategia.

Sí, es posible comprar billetes de avión directamente en el aeropuerto, pero puede que esta no sea la opción más ventajosa en cuanto a precio y disponibilidad de vuelos.

Hay varias formas de ganar millas, y algunas de las principales son: Participar en programas de fidelización de aerolíneas: Suscríbase a programas de viajero frecuente que ofrecen las aerolíneas y gane millas según la distancia recorrida y la clase del boleto. Tarjetas de crédito con programas de recompensas: Opta por tarjetas de crédito que ofrezcan acumulación de millas o puntos, y úsalas para tus compras diarias. Muchas tarjetas de crédito tienen asociaciones con aerolíneas, lo que permite transferir puntos a programas de viajero frecuente.